Hey,
¿Conoces el experimento de Bluma Zeigarnik?
Probablemente no.
Yo tampoco hasta hace poco.
Esta psicóloga de los años 20 notó algo extraño mientras observaba a los camareros de un café en Viena:
Podían recordar pedidos complejos con una precisión asombrosa... hasta que los servían.
Una vez entregado el pedido, lo olvidaban completamente.
Intrigada, diseñó un experimento que reveló algo curioso:
Nuestro cerebro recuerda mejor las tareas inacabadas que las completas.
Esto se conoce como el "Efecto Zeigarnik" y explica por qué:
No puedes dejar de pensar en esa serie que dejaste a medias
Te acuerdas más del proyecto que no has terminado
Tu cerebro sigue dándole vueltas a esa conversación incompleta
Pero lo más interesante es cómo esto afecta a nuestra creatividad.
Resulta que interrumpir tu trabajo creativo puede hacer que tu cerebro siga procesándolo inconscientemente.
Hemingway lo entendió intuitivamente:
Siempre dejaba de escribir a mitad de una frase para que al día siguiente su cerebro estuviera ansioso por completarla.
La mayoría de "rutinas creativas" ignoran por completo este principio (y muchos otros).
Te dicen que te sientes y no te levantes hasta terminar.
Que bloquees tiempo y lo acabes todo de una vez.
Que cierres los ciclos.
Pero la ciencia dice lo contrario:
Interrumpir estratégicamente puede ser tu mayor aliado creativo.
Mañana te enseñaré cómo incorporar este principio (y otros igual de contraintuitivos) en mi sistema de IA para potenciar la creatividad.
Un sistema que se adapte a TI.
—Javi
P.D.: Por cierto, los camareros solo recordaban los pedidos pendientes porque su cerebro los marcaba como "asunto sin resolver". Una vez entregados, el cerebro los archivaba como "caso cerrado" y liberaba ese espacio mental.