Hey,
"Hoy voy a escribir algo genial."
Te sientas delante del ordenador.
Documento en blanco.
Cursor parpadeando.
Y ahí te quedas.
10 minutos mirando la pantalla.
"¿De qué escribo?"
"¿Cómo empiezo?"
"¿Qué estructura uso?"
Media hora después sigues igual.
Con el documento en blanco.
Y la sensación de que eres más tonto que Abundio.
¿Te suena?
"Empezar desde cero es más creativo."
Mentira, mentira… Tienes la cara podrida.
Empezar desde cero es una pérdida de tiempo.
¿Sabes qué hace un arquitecto cuando diseña una casa?
No se sienta delante de un papel en blanco a "ser creativo".
Usa planos.
Estructuras.
Modelos que funcionan.
Adapta lo que ya sabe que funciona al proyecto específico.
¿Un chef estrella Michelin?
No improvisa cada plato desde cero.
Tiene recetas.
Técnicas.
Procesos que replica y adapta.
¿Un músico?
No inventa escalas musicales cada vez.
Usa estructuras, patrones, progresiones que funcionan.
Solo los escritores somos tan gilipollas de empezar desde cero cada vez.
Como si usar una estructura fuera "hacer trampa".
Como si las plantillas fueran para "amateurs".
Error de novato.
Las plantillas no limitan tu creatividad.
La liberan.
En lugar de sufrir con el síndrome del impostor, te centras en el mensaje.
En lugar de reinventar la rueda, la mejoras.
Esta semana te cuento por qué los profesionales siempre usan plantillas.
Y cómo pueden convertirte en una máquina de crear contenido.
—Javi
P.D.: Muy pronto volverá a estar a la venta una de mis mejores formaciones. Quédate atento.