Hey,
Puto Apple, ¿verdad?
Cómo nos hacían sacar la cartera, los hijos de perra.
No hablo de la calidad.
Ni del diseño.
Hablo de ese momento exacto en que pasas de "solo estoy mirando" a "NECESITO esto en mi vida".
Estuve años obsesionado con las páginas de producto de Apple.
Especialmente las de la era Steve Jobs.
Ese cabrón era Dios.
¿Te acuerdas de cuando presentaron el primer iPhone?
La mitad del mundo dijo "¿un teléfono sin botones?" y la otra mitad formó colas de 8 horas para conseguir uno.
No fue casualidad.
Cuando entras en una página de Apple, empieza una experiencia hipnótica:
Haces scroll.
Y sigues haciendo scroll.
Y sigues.
Y sigues.
Una página interminable que no puedes dejar de leer.
¿Su secreto?
La estructura.
No es tanto QUÉ te cuentan.
Sino CUÁNDO te lo cuentan.
Jobs era obsesivo con esto.
Rechazaba campañas enteras si "la secuencia de ideas no era la correcta".
El tío tuvo sus momentos de chaladura (como cuando pensaba que comer solo frutas le libraba de ducharse), pero en esto tenía toda la razón:
La estructura lo es todo en copywriting.
Y por eso ha sido mi obsesión desde hace años:
El orden ideal.
Los elementos necesarios.
Y aunque yo no soy Apple, sí que he desarrollado mi propia estructura definitiva.
Una que funciona del copón.
Facilísima de aplicar.
Y que la IA implementa de forma impecable.
Este viernes te la comparto.
Con ejemplos.
Con la psicología detrás.
Y con el prompt para que la IA la aplique por ti.
Porque a diferencia de Steve Jobs, yo sí me ducho.
Y comparto mis obsesiones.
—Javi
P.D.: Una vez intenté descifrar la estructura de Apple creando un documento donde analizaba cada sección de sus páginas con colores diferentes. Acabé con un arcoíris de 17 colores y mi novia (ahora ex) cuestionando seriamente si era autista (y mongolo). Pero valió la pena.