Hey,
5.000 seguidores en LinkedIn.
3.000 en Instagram.
2.000 en Twitter.
Total: 10.000 personas que te siguen.
¿Suscriptores en tu newsletter?
O igual ni siquiera tienes newsletter.
¿En serio?
¿Solo el 0,5% de tu audiencia sabe que tienes newsletter?
¿O peor aún... solo el 0,5% le importa?
Ambas opciones son un problema.
Pero apuesto a que es la primera.
Porque he visto esto mil veces.
Gente con audiencias enormes y newsletters fantasma.
¿Por qué pasa?
Porque asumes que la gente ya lo sabe.
“Total, lo puse en mi bio.”
“Si les interesa, se suscribirán.”
“Lo mencioné una vez hace 6 meses.”
Vaya cagada.
Tu audiencia no lee tu bio
No recuerda ese post
Y no va a buscarte
Es como abrir un restaurante increíble...
En una calle sin tráfico.
Sin cartel en la puerta.
Y esperar que la gente entre.
“Si la comida es buena, vendrán solos.”
No, no vendrán.
Porque no saben ni que existes.
Lo mismo pasa con tu newsletter.
“Pero Javi, yo no quiero ser pesado.”
Tranqui.
No estoy diciendo que seas un vendedor de Herbalife.
Estoy diciendo que promociones lo que haces.
Hay una diferencia entre spam y promoción.
Entre ser pesado y ser visible.
Esta semana te enseño exactamente cómo hacerlo.
Para que tus 10.000 seguidores sepan que tienes newsletter.
Y muchos de ellos se suscriban.
—Javi
P.D.: Si tienes más de 1.000 seguidores y menos de 100 suscriptores en tu newsletter, el problema no es tu contenido. Es que nadie sabe que existe. Hay que ponerle solución.