Hey,
¿Te acuerdas de tu examen de conducir?
Agarrado al volante con las dos manos.
Mirando el retrovisor cada 3 segundos.
Sudando la gota gorda.
¿Cuánto tardabas cada maniobra?
Una eternidad.
¿Y ahora?
Ni lo piensas
Música a tope, una mano en el volante, pensando en la vida.
¿Cuál es la diferencia?
En el examen intentabas hacerlo perfecto.
Ahora solo conduces.
Pues escribir es exactamente lo mismo.
La mayoría escribe como si estuviera en un examen:
Cada palabra perfecta.
Cada frase revisada.
¿Y qué pasa?
3 horas para escribir 500 palabras.
Y al final ni siquiera te gusta lo que has escrito.
Porque mientras escribías estabas editando.
Mientras creabas estabas juzgando.
Mientras avanzabas estabas frenando.
Escribir así es como pisar el freno y acelerador a la vez.
No hay que hacer eso.
Hay que hacer esto:
Primer borrador: vomitar todo.
Segundo borrador: limpiar el vómito.
Pero tú haces lo contrario:
Intentas que salga limpio desde el principio.
Esta semana te enseño a escribir un primer borrador como si fueras el puto Hemingwey.
Con el método del “borrador vómito”.
—Javi
P.D.: Que puedes hacer con IA.